Emprendedores

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viernes, 29 de noviembre de 2013

LA VACA DE LOS PROFESORES

“Los estudiantes de ahora están muy distraídos, son flojos e indisciplinados, no quieren aprender…”

Esto no es exacto, desterremos esta vaca de muchos profesores...

Lo que sucede es que tanto docentes como estudiantes van a la escuela con ideales, ilusiones, intereses y expectativas propios. El docente asiste a la institución educativa para enseñar, pero no siempre el estudiante va dispuesto a aprender lo que queremos enseñarle de la manera como queremos enseñárselo. Esto se refleja en expresiones como: “Vengo a la escuela porque me obligan”, “lo más divertido de la escuela es el recreo”, “me gusta la escuela porque converso con mis amigos”. Quizá estas frases están revelando otro problema: no es la flojera o la distracción lo que hace que aprendan poco, sino su desmotivación frente a la escuela y el aprendizaje en general.

Por otro lado, a esta escasa motivación se añaden los estigmas o prejuicios con los que nosotros y nosotras mismos, como docentes, los y las marcamos: “No puede”, “no sabe”, “es distraído”, “no obedece”, “es indisciplinado”, “tiene mala conducta”, “distrae a los otros que están más avanzados”…. Este tipo de mensajes crea y afirma en ellos una imagen negativa de sí mismos, los hacen sentir que no son buenos. De ahí la necesidad de evitar estos comentarios y orientar nuestra acción pedagógica a la promoción de sus potencialidades y el desarrollo de actitudes positivas como la participación, el trabajo en equipo, el diálogo entre pares, la búsqueda de consensos ante situaciones problemáticas, etcétera

Debemos ser conscientes, además, de que es inevitable que pierdan en la clase, por un momento, la atención, lo que nos obliga, como maestros y maestras, a estar atentos para evitar que esto ocurra. Si no estamos atentos a esto, el aula se convertirá en un espacio en el que los estudiantes se van a dedicar a conversar, se van a parar de sus carpetas y van a provocar el bullicio. Situaciones como éstas nos deben llevar a cambiar de actividad y proponerles una nueva situación relacionada con la anterior. Es importante tener en cuenta que no podemos pasar de una actividad a otra sin conexión alguna, y esto supone planificar las sesiones de aprendizaje, considerando los recursos didácticos que se requieran.

Fuente: Rutas del Aprendizaje – MINEDU

lunes, 4 de noviembre de 2013

TÚ ELIGES, TÚ DECIDES.. ¡GANADOR O PERDEDOR¡

Hoy tú eliges, tú decides ser un ganador o un perdedor, no te dejes aplastar por las circunstancias de la vida, cambia de actitud y vive como un ganador.. 


Cuando un ganador comete un error, dice: "Me equivoqué y aprendí la lección". Cuando un perdedor comete un error, dice: "No fue mi culpa", y se le atribuye a otros.

Mientras que los perdedores tienen un motivo para no hacer, a los ganadores les moviliza un proyecto que los entusiasma y que forma parte de sus estrategia. Los perdedores ponen frenos y limites, dice: "Esto no me corresponde". Los ganadores se hacen cargo, saben que el que no hace no se equivoca pero tampoco aprende.

Un ganador sabe que el infortunio es el mejor de los maestros. Un perdedor se siente victima de la adversidad.

Un ganador sabe que el resultado de las cosas depende de él. Un perdedor cree que la brujería y la mala suerte existe.

Un ganador trabaja muy fuerte y tiene tiempo para sí mismo. Un perdedor está siempre ocupado, y no tiene tiempo ni para los suyos.

Un ganador enfrenta los retos uno a uno. Un perdedor le da vueltas y vueltas y no se atreve a intentarlo.

Un ganador se compromete, da su palabra y la cumple. Un perdedor hace promesas, no asegura nada y, cuando falla, solo se justifica.

Un ganador dice: "Soy bueno, pero voy a ser mejor". Un perdedor dice: "No soy tan malo como mucha otra gente".

Un ganador escucha, comprende y responde. Un perdedor sólo espera hasta que le toque su turno para hablar.

Un ganador respeta a los que saben más que él y trata de aprender de ellos. Un perdedor se resiste ante los que saben más que él. Y sólo se fijan en sus defectos.

Un ganador se siente responsable por algo más que su trabajo. Un perdedor no se compromete y siempre dice: "Yo solo hago mi trabajo".

Un ganador dice: "Debe haber una mejor forma de hacerlo". Un perdedor dice: "Esta es la manera en que siempre lo hemos hecho".

Un ganador es parte de la solución. Un perdedor es parte del problema.

Un ganador se fija en toda la pared. Un perdedor se fija en el ladrillo que le corresponde poner.

Un ganador, como usted, comparte este mensaje con sus amigos. Un perdedor, como los otros, se lo guardan para sí mismo..

"Lo único que no se
 consigue es lo que
 no se intenta"